CRÍTICA 'EL PRÍNCIPE' DE MAQUIAVELO

En la noticia preliminar del libro ‘El Príncipe’ de Maquiavelo, Juan Bautista Bergua, filólogo, traductor y crítico literario, dice que no se debería criticar la obra de Maquiavelo desde la perspectiva que tenemos en nuestro tiempo, pues en la época de Maquiavelo la maldad de los poderes de la iglesia y del Estado eran algo común.
Juan B. Bergua dice que lo que hace Maquiavelo es revelar lo que se hacía entonces. No obstante, después Bergua afirma que hoy día se sigue practicando esta maldad, pues siguen existiendo las guerras, los intereses, la avaricia de los dirigentes, etc. Y, por eso, asegura que el mundo no ha cambiado tanto desde los tiempos de Maquiavelo.
Maquiavelo creó con este libro un manual sobre cómo gobernar y hacerse con estados siguiendo unos principios totalmente antidemocráticos y en contra, muchas veces, de los derechos humanos.
Maquiavelo dice que “es preciso ser príncipe para conocer bien la naturaleza de los pueblos, y pueblo para bien conocer la de los príncipes”. Sin embargo, recomienda a los príncipes que gobiernen con o sin el pueblo, manteniendo a la gente distraída con el ‘pan y el circo’, con sus fiestas, tradiciones y ritos. Por tanto, con más razón se puede criticar la postura de Maquiavelo, el cual teniendo ambas visiones, la del príncipe y la del pueblo, aconsejaba a los que ya eran gobernantes cómo hacerse con el control para tener éxito pasando por encima de cualquier otra persona, si hiciera falta, y gobernando sin justicia, aunque debiera dar la apariencia de bueno. ¿Cómo puede un hombre que conoce la barbarie no solo no denunciarla, sino apoyarla y crear un manual paso a paso sobre cómo perpetuarla con el tiempo? Yo no lo entiendo y creo que este libro sí se debe criticar con ojos pasados, presentes y futuros. Si estos principios no se hubieran criticado, no se hubiera avanzado hasta las democracias actuales, sino que los gobernantes seguirían siguiendo los pasos uno a uno que enumera Maquiavelo. Por tanto, siendo conscientes de que la sociedad en la que vivimos sigue sin ser justa y hay muchas cosas que cambiar, más que nunca a través de la crítica de las malas artes como las que defiende Maquiavelo, se pueden corregir las desigualdades.