Crónica elaborada por Ana Katrina Jensen Martínez y Juana Mª Monedero Martínez
Marcos García Montes: “Hoy habéis visto algo increíble. Un niñato desmontando 50 años de trabajo”
La mañana del viernes transcurría tranquila en la Audiencia Provincial de Murcia. Poco movimiento en los pasillos, hasta que al llegar a la sección segunda el ajetreo de abogados y fiscales portando papeles hacía indicar que algo fuera de lo común iba a suceder. La llegada de Marcos García Montes, más conocido como ‘el abogado de los famosos’, disipó todas las dudas.
Ante una sala llena de curiosos, cada parte ocupó su lugar. Por un lado, a la izquierda del juez se encontraba el abogado murciano Raúl Pardo-Geijo Ruiz, conocido por defender a imputados en los casos de corrupción ‘Umbra’, ‘Líber’, ‘Biblioteca’, entre otros. A su lado, se encontraba el Ministerio Fiscal y a la derecha del juez se situaba el mediático García Montes junto con el letrado Manuel Maza.
La campana del juez daba inicio al juicio sobre el tiroteo de Abarán sucedido en diciembre de 2011. Todo empezó cuando los tres hermanos Yepes acudieron a una empresa eléctrica de Abarán donde, tras una disputa con dos dependientes, rociaron a uno de ellos con gasolina. Valentín Sánchez, dueño de la empresa y padre de los dependientes, al ver lo que ocurría comenzó a disparar contra los hermanos Yepes que huyeron hacia una furgoneta. No obstante, los disparos alcanzaron a dos de los hermanos, quedando uno de ellos inválido.
Manuel Maza comenzó la intervención de las partes defendiendo a los tres hermanos Yepes. Una defensa bien preparada y también formada por García Montes, quien intervino aludiendo a un libro sobre doctrina judicial para alegar que la fase de instrucción no se había realizado correctamente. Además, pedía que se llevara a cabo una reconstrucción de los hechos y que se tomara como prueba la declaración de una testigo que observó cómo los hermanos Yepes huían en una furgoneta y la grabación de la cámara que se encontraba fuera de la empresa.
Un discurso largo, aunque fundamentado, al que inmediatamente respondió el letrado Raúl Pardo, que en todo momento mantuvo una actitud airosa. Pardo, en defensa del empresario Valentín, argumentó que la cámara sólo grababa hacia el interior de las instalaciones, por lo que no grabó la huída de los hermanos Yepes ni a Valentín disparando contra ellos. Además, dijo que los testigos no deberían ser válidos, ya que declararon un año después de que ocurrieran los hechos. Pardo, que no dudó en rebatir abiertamente los argumentos de Manuel Maza y García Montes, basó su defensa en la afirmación: “La ley reina, pero la jurisprudencia gobierna”, echando por tierra la defensa de los abogados de los hermanos Yepes.
La tensión iba en aumento con cada palabra de los abogados. Una tensión que también hizo mella en dos de los hermanos Yepes presentes en la sala, los cuales emocionados negaban con la cabeza las alegaciones del abogado de Valentín.
Tras estas intervenciones, el juez hizo sonar de nuevo la campana poniendo fin al que posiblemente haya sido el juicio más largo del día para estudiar los recursos presentados.
Pero la tensión no terminó aquí, sino que al salir de la sala los abogados, que no se habían dado la mano para despedirse, volvieron a encontrarse. Esta vez, García Montes afirmó ante los que se encontraban en los pasillos: “Hoy habéis visto algo increíble. Un niñato desmontando 50 años de trabajo”, haciendo referencia al medio siglo que el abogado murciano Manuel Maza lleva ejerciendo su profesión.
Con estas palabras de fondo, los distintos abogados, así como los hermanos Yepes, abandonaron la Audiencia Provincial a la espera del próximo cara a cara.
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